Las personas libres jamás podrán concebir lo que los libros significan para quienes vivimos encerrados.
Ana Frank.

28 sept 2010

¿Locura? Tal vez


09/10/2010
Hoy es un día de estos en los que me encantaría irme de fiesta toda la noche hasta las tantas sin tener que tener ningún tipo de obligación al otro día, es decir, los estudios. Me encantaría emborracharme, volverme loca, olvidarme por completo de mis problemas...esos problemas que me comen tanto la cabeza, hacer mil y unas tonterías, ir a la discoteca, bailar y todas esas cosas que el espíritu rebelde que todas llevamos dentro te pide hacer ¿el por qué de estas ansias de fiesta? simplemente porque estoy harta de sentirme siempre triste, de sentirme inútil, de dejar pasar el tiempo así como así, de aburrirme, de no hacer las tonterías que una adolescente hace; en resumen, de no pasarlo bien y desperdiciar mi juventud. Sí, me gustaría sentirme una persona rebelde por un instante. Sentir todo lo que pronto no podré sentir. ¿Locura? Tal vez.
Mis padres me repiten una y otra vez que los adolescentes desempeñamos una única labor en este alocado mundo, y esa labor es estudiar para que nuestra generación de ejemplo a las futuras. Pero, haciendo una pausa, me da la impresión, siempre me la ha dado, de que estudiando estamos perdiendo parte de nuestra vida, nos quita tiempo, aunque nos enseñe cosas muy variadas el estudiar, nos quita algo muy importante en la vida de un ser humano, el tiempo. Sin tiempo no hay vida. ¿De qué nos sirve estudiar tanto si al final la mayoría de las cosas que estudiamos se nos olvida o simplemente no nos sirve para nada? Una pregunta a la que nunca nadie le ha respondido o tal vez sí.

Susana.

27 sept 2010

Bob Esponja & su eterna sonrisa


08/09/2010
Al igual que la anterior noche, la noche del sábado, en esta noche no pegué ojo. Me sentía aturdida por las confesiones de lo que sentía Javi hacia mí. Me sentía culpable de no haberle dicho nada. Me sentía inútil en esta vida sin fin feliz. Sentía tantas cosas que ni 100 años me bastarían para dictarlas todas.
A veces me preguntaba cómo una criatura como Bob Esponja podía tener siempre esa sonrisa, como yo digo, su eterna sonrisa, y en cambio yo permanecer con una sonrisa no más de 10 segundos. Él siempre con su ingenuidad. Yo cambiando más que el tiempo, era increíble como a veces pasaba de llorar desconsoladamente a reírme a más no poder. Pero Bob nunca cambiada, siempre era él, y cuando digo él me refiero a él más su eterna y deslumbrante sonrisa. Recuerdo cuando tenía no más de 6 años, siempre corriendo de allí a allá, siempre jugando con mi preciado montón de muñecas minuciosamente cuidadas, siempre con mi sonrisa a la que tanto echo de menos. Sí, libre de preocupaciones. Amaba esa vida aunque como siempre dicen "Nada es eterno". A pesar de ello siempre mantengo la esperanza de que alguien, la persona destinada a permanecer a nuestro lado hasta el fin de nuestros días o como llamamos todos nuestra media naranja, aparezca y me haga recobrar la sonrisa más sincera que el ser humano puede otorgar a la vista. Claro que a veces como todo sueño, siento que esa esperanza se va disipando poco a poco como la luz de una vela con un leve soplo.
Aún así seguiré esperando como quien espera ver algún día su sueño cumplido.

Susana.

17 sept 2010

Películas & muchas palomitas


06/10/2010
Los primeros rayos de luz solar llegaron a través de mi ventana a mi rostro blanquecino intentando que me despidiera del tierno sueño, intentando que abriera los ojos y empezara una nueva jornada. Era sábado, un soleado día de sábado, desde mi ventana ligeramente entornada se escuchaban los pájaros piar, hacía tiempo que no los escuchaba ya que con la llegada de octubre el mal tiempo no había dado tregua alguna. Me levanté de la cama helada, con un frío horripilante, a mis padres se les debió de olvidar encender la estufa, corriendo me dirigí al armario y cogí un abrigo de lana que me transmitía un calorcito muy acogedor. Tras esto salí de mi cuarto y me fui a la cocina, no había nadie, supuse que seguirían todos dormidos ¡Rrriiinnnggg! ¡El teléfono! Corrí que me las pelaba hacia él para que no se despertarán. Lo cogí, era Ángeles ¿¡Cómo no!?.
- Hola. Soy ángeles ¿está Susana?
- Hola guapa, soy yo ¿no reconoces mi voz? por cierto ¿no es un poco temprano cómo para ponerse a llamar?
- Jaja sí lo es pero es que estaba aburrida y como tu sueles despertarte a esta hora digo pues la llamo ¿te he despertado?
- No, tranquila, hace unos 10 minutos que me desperté. Por cierto les conté a mis padres lo del cine y lo siento mucho pero no me dejan ir por el hecho del dinero, este mes he gastado 40 y pico euros en la factura del móvil así que lo tengo muy crudo...
- Chica pero ¿tú a quién llamas? En fin que no te preocupes que al final no vamos al cine, vamos a quedar yo, Alexander, Natalia y mi primo Javier en mi casa hoy a las 17:00 ¿sí? Vente porfi.
- Mientras no haya que pagar creo que con suerte podré ir. Bueno te dejo angelito mio que mi padre se acaba de despertar y me va a insistir en que haga el desayuno. ¡Puf!
- Jajaja ¡Te deseo suerte con el desayuno guapa! Te quiero susanita mía ¡Acuérdate, a las 17:00!
- Sí, sí... - Otra vez me colgó. ¡Ains! Si no fuera porque la quiero mucho, me la comería.
Mi padre bajó las escaleras con su matutina cara de dormido. Nos pusimos a hacer el desayuno. Churros, chocolate caliente, huevos fritos, pan con aceite y muchos tipos de dulce ¡Que empachazo me metí!

16:55.
Salí corriendo de mi casa, llegaba tarde, me quedé dormida en la siesta ¡Puf! Su casa estaba a 30 minutos andando de la mía así que llegué tarde sí o sí. A las 17:25 llegué, bueno si uno se fija bien no había llegado tan tarde, solo unos minutos de nada. Pegué en la puerta. Me abrió Javier ¡Oh no! ¡Javier! ¡No me acordaba que  Ángeles dijo que iba también! Me dio un vuelco el corazón ¿Qué debía hacer? Venga, saludo y me meto como si nada.
- Hola Javier ¿Qué tal? Con permiso me meto - dije tan rápido esta frase que creo que no entendió nada.
Entré corriendo. Él mientras tanto se quedó absorto como intentando adivinar que había dicho. Ángeles estaba sentada en su sofá de terciopelo rojo que te hundía nada más tocarlo, miraba películas, todas de terror ¡Qué chica! ¡Cómo se nota que le van las emociones fuertes!
- ¡Hey! ¿Eligiendo película? - Me senté a su lado a la vez que me hundía en el mullido sofá.
- Suuusaaaan no te había visto entrar, supongo que Javi te abrió...por cierto mira mira ¿qué te parece esta película? - Me señaló una que nada más mirar la tapa te recorre un escalofrío por todo el cuerpo.
- ¿"Elle"? Un título curioso ¿Por qué no vemos mejor una de risa?
- Ya hemos hecho una votación y hemos quedado en ver una película de terror, lo siento cari.
- ¿¡Qué!? Pero si yo no he participado en la votación, lo has hecho a drede, mala persona...
- Jaja ¡anda vamos a por las palomitas!
- Vale. Por cierto ¿y Natalia y Alexander?
- Ellos vienen a las 18:00.
Preparamos las palomitas, elegimos unas cuantas películas bueno "elegimos" entre comillas ya que las eligió Ángeles, es una experta, Javi y yo nos dedicábamos a asentir y zampar palomitas a escondidas.
Por fin llegaron Alexander y Natalia. Nos sentamos todos acurrucaditos en el sofá y pusimos una película.
¡Aaaaaaaaaahhhhhhhhhhhh! Gritos y más gritos entre Natalia y yo, estábamos debajo de una manta con la adrenalina por los suelos ¡Sí, lo sé, somos unas miedicas! pero ¿qué le vamos a hacer? Ángeles y Alexander se habían ido al cuarto de Ángeles, figúrate para qué, llevaban 30 minutos en el cuarto. En cuanto a Javi se había acomodado en el sillón del salón y estaba muy atento a la película. En la mitad de la película Natalia se fue ya que había quedado con sus tíos y primos. Nos habíamos quedado solos, Javi y yo.
- ¿Qué tal si dejamos la película para luego y nos ponemos a ver algo en la TV? - me miró sonriendo.
- Buena idea. Después de tanta adrenalina como tengo en el cuerpo no me vendría nada mal una pausa.
Nos acomodamos de nuevo esta vez él se sentó a mi lado ya qué hacia frío y debíamos compartir la única manta que teníamos. Me resultaba incómodo estar tan cerca de él pero a la vez no quería que se separase de mí ¡Qué cosas! No había nada interesante en la TV.
- ¡Qué mierda! No hay nada.
Me incorporé a la vez que él se levantaba a coger palomitas.
- ¿Voy a ver que hacen Ángeles y Alexander?
- Yo que tú no iría - Me quedé pensativa y sí, tenía razón mejor no ir. No quería estropearle este momento en el que por fin después de unos cuantos días volvían a verse Alexander y Ángeles. Me senté de nuevo y me quedé ensimismada en mis pensamientos.
- ¿Sabes una cosa? - me dijo a la vez que se giraba hacia mí.
- ¿Qué? - dije con cierta curiosidad.
- Ya te he dicho esto en la feria pero es que me gustas mucho, desde que te conocí me gustaste, siempre he tenido miedo de hacértelo saber ya que no sabía como reaccionarías pero esta vez te lo digo, no quiero esconderlo más dentro de mí. No hace falta que yo también te guste, ni que salgas conmigo si no te gusto, solo quería que lo supieras, tal vez me esté precipitando, no sé, pero es que es deprimente guardártelo y estar torturándote día y noche - El corazón empezó a latirme muy rápido y fuertemente ¡Bum, bum, bum bum, ...! ¿Qué hago yo ahora? ¿Qué le digo? Por suerte no tuve que decir nada en ese momento se acercó Ángeles a nosotros.
- ¿Qué tal la película, chicos?
- Hemos visto solo la mitad, prima, era un poco fuerte la película - Se levantó y se fue a la cocina con Alexander.
- ¿Qué haciais los dos tan juntitos? - me susurró Ángeles con su sonrisa pícara. Me puse roja.
- ¿No...sotros? Na...nada, solo hablá...hablábamos - Me giré para que no viera lo roja que estaba.
- Sí, sí, claro...lo que tu digas cari.
- Yo ya me tengo que ir a mi casa dale dos besos de mi parte a Alex y Javi - Nos dimos un abrazo y me acompañó a la puerta.
- Adiós guapísima. Mañana te llamo.
- Pero a la hora de comer ¿Okay? No como esta mañana. Chao - Desaparecí tras el muro de su casa.
Seguí andando hasta mi casa por la fría noche de octubre ¡Qué tonta había sido! Tenía que haberle declarado mi amor también ¿Por qué era tan tonta? ¡Dios! ¡Se suponía que ya era madura, una mujercita! ¡Lo había estropeado todo! Deseaba volver al pasado y haberle dicho que yo también le amaba con locura ¡Snif! ¡Ya nada podía hacer!
Aquí todo diario; mañana seguiré.

Susana

10 sept 2010

Ensimismada


05/09/2010
Llevo días y días pensando en él, ni siquiera una película, un libro lleno de pasión y a la vez de intriga, cualquier cosita que antes aclamaba toda mi atención, nada, me hace olvidarle, dejar de pensar en él por un instante y eso es lo único que pido volver a mi vida monótona, aunque dentro de mí no quiera volver a esa vida que me tiene cansada y que me roba a cada segundo que pasa mi imaginación al ser totalmente monótona...sé que cuando estas enamorada no dejas de pensar en él, pero es que lo mío es exagerado, me cuesta hasta dormir, a cada segundo me despierto con él dentro de mi cabeza, atormentándome, sé que me estoy tomando muy a pecho esto de pensar en él a cada segundo pero es que nunca me había sentido así, tan llena de amor y felicidad pero con una pizca de tristeza a la vez. Mis sentimientos se desbordan a cada minuto, en un momento me siento rebosante de felicidad sin parar de reírme a carcajadas y en otros me entran ganas de llorar, me siento totalmente triste sin ninguna razón...¿Acaso me estoy volviendo loca? ¿Loca de amor? Mil preguntas sin respuestas.
Anoche recibí una llamada de Ángeles. Como siempre no dudó en invitarme a salir al cine; aunque no me sentía de muy buena gana para salir decidí ir ya que así me mantendría distraída y podría despejarme la cabeza.
- ¿Dígame? Susan al habla.
- Susaaaann....Ángeles al habla - ¡Copiota!
- Jaja Pero si es Ángeles, la persona a la que más adoro en este mundo.
- Oye, oye.. corta el rollo ¿Qué quieres?
- ¿Cómo que qué quiero? ¡Qué!..una amiga no puede piropear de vez en cuando a su queridísima amiga..¡vaya amiga que tengo! ¡me desprecia! -
- Ahora no te me hagas la víctima guapa..soy humana, cometo errores - Claro, claro..
- No, no, no..lo que tu eres es una desconfiada guapita, venga dejemos esta discusión para otro momento que te gastas el saldo y después castigada sin salir...¿A qué debo tu grandiosa llamada?
- Jajaja ¿grandiosa llamada? ¡Anda ya! En serio ¿Qué te pasa hoy? Algo quieres de mí ¿a que sí? - ¡Desconfiada no, lo siguiente!
- ¿Ya empezamos? Puf! ¡Cómo te cuesta ir al grano! Venga dimeeeee...
- Jaja Pues mira que Alexander (su ligue) y yo vamos a ir al cine a ver una peli que ha salido nueva en la cartelera, es esta...esta que es muy romántica...en la que sale el actor este que está cañón...bueno tú me entiendes...¿Te vienes?
- ¿Y para que quieres que vaya yo? ¿Para que os vea besuqueandoos? Y encima si es romántica la peli más papeletas para que os paséis la peli con besos y más besos..¡Bua! Yo no voy guapa, que lo paséis de maravilla con vuestros besos que no me dan nada de celos eh - Bueno un poquito.
- ¡Tía! Pues invita a alguien más, yo que sé, a...¿Natalia? o Cristina...pero veeen...
- Bueno si insistes...me lo pensaré...luego te llamo y te cuento la opinión de mis padres al igual que la de Natalia y Cristina, a ver si les da por venir, que sería un milagro enorme.
- ¡Emborráchalas o drógalas lo que te venga en gana y ya totalmente seguro que vienen! Puf! Que ideas más buenas se me ocurren eh - ¿Eing?
- Sí, sí..en años se me hubiera  ocurrido una idea como esa... - Ironía.
- Bueno Susan te dejo que me voy a cenar y luego sesión de llamadas y mensajes con Alexander. Acuerdate de llamarme eh...te quierooo...un besazo guapísima - Se despide.
- Te qui... - Me colgó ¡Ala! Y después me riñe si le hago algo parecido, en fin la perdono por esta vez.
Ahora que me doy cuenta en estos escasos minutos no pensé en Javier ¡milagro! La verdad es que era una buena idea salir con mis amigas ya que ellas son el único remedio que conozco para tenerte atenta en otras cosas, cómo por ejemplo en espiar al chico que les gusta, aunque sea algo abrumador, me tenía que sacrificar ya que así pasaba un buen rato lleno de risas y más risas.
Aquí todo diario; mañana seguiré.

Susana.

8 sept 2010

2º Feria

Continuación...

Tras estar absortos mirando las estrellas, por fin, volvimos al mundo real, al menos yo si; me di cuenta de que nos estarían buscando como locos, así que me levanté rápida y ligeramente pero algo me sujetó con fuerza la muñeca como intentando que volviera a sentarme, Javier. Me volví a sentar y le miré con cara de quepuñetashaces.
- Dicen que si antes de besar a la persona amada has contemplado las estrellas, no la besarás de la misma forma que si hubieras observado las paredes de una habitación, sino de una forma más sutil y delicada - me susurró con la mirada clavada en el infinito cielo. Me quedé absorta sin decir ni una palabra y miles de preguntas empezaron a atormentar mi cabeza como curiosos periodistas en busca de información ¿A qué se refiere? ¿Qué ha querido decir con eso? ¿Acaso solo quiere que vea su romanticismo? ¿Me tomará el pelo? ¿Estará de broma?...preguntas con una respuesta ajena a todo lo pensado. Se giró al verme ensimismada y me levantó la barbilla intentando que le mirara fijamente, me ponía nerviosa estar tan cerca de él, mi nariz rozando la suya y la suya la mía, mis ojos mirando sus grandes y expresivos ojos verdosos, mi labios a punto de rozar sus carnosos labios..a cada segundo más cerca nos encontrábamos el uno del otro, hasta que al fin me lo dio ¿Que qué me dio? Pues me dio "eso" que expresa tantas cosas cuando lo das, "aquello" que tanto demuestra sobre lo que sientes hacia esa persona...sí, un beso alocado pero dulce muy dulce.
Tras darme ese beso que me hizo ver las mismísimas estrellas se fue separando muy lentamente de mí, como si no quisiera estropear el momento pero a la vez comprendiera que eso no podía ser eterno; seguía ensimismada, cómo si nunca me hubieran dado un beso, pero en efecto nunca me habían dado uno tan tierno y dulce. Entonces como si no hubiera ocurrido nada se levantó y miró a lo lejos a la vez que me señalaba:
- Deberíamos volver ya con los otros, deben de estar preocupados - ¿¡Qué!? ¿¡Cómo!? ¡No me seas payaso! Después de la tensión que me has metido me sales con eso.
- Em...bueno...sí...tienes razón, deberíamos...deberíamos volver - Lo que más me reventó fue mi reacción, como puedo ser tan tonta y a la vez tan pava. Me levanté de un salto aunque algo trastornada aún y le seguí. Lo notaba raro. Estaba muy callado, deseaba que me hablara, que me dijera "Ey mira que te he dado el beso porque..." deseaba alguna explicación; pero nada...no me dijo nada.
Llevábamos 15 minutos buscando a los demás hasta que juré ver la figura de Ángeles, le toqué el hombro y se giró asustada hacia mí, me abrazó y sí, había estado preocupada.
- ¿Dónde os habíais metidos majaderos? - A veces la confundía con mi madre, esa forma de expresarse cuando estaba preocupada y enfadada a la vez era igualita a la de mi madre..
- A mi no me mires, Susanita insistió en ir a la tienda de Robinson a por unos cuántos dulces y encima la muy zampabollos se los comió todos por el camino - Dijo Javier guiñándome el ojo ¡Pero que mentirosillo está hecho! ¡Y encima me llama Susanita y lo que es peor zampabollos! Pero en fin esta vez se lo perdoné ya que me había ahorrado el inventarme una excusa.
Ángeles me miró con cara "¿seguro?" y como no veía ninguna reacción anormal en mí, se lo creyó, y sin más dilamiento nos fuimos a probar algunas atracciones. Sobre las 00:30 nos apresuramos en ir hacia la entrada de la puerta, nos esperaban nuestros padres ansiosos por saber de nosotros y acostarse de una vez por todas. En el camino Javier se acercó a mí y me volvió a susurrar:
- Espero que no te haya molestado el beso, no encontraba forma de decirte cuánto me gustas a pesar de que ahora mismo acabo de decírtelo - sonrió y seguidamente se despidió de todos nosotros al tener que marcharse ya.
Noté que dentro de mí empezaron a salir espontáneamente gritos y más gritos de júbilo. Me sentía feliz, llena de una enorme felicidad y eso que yo misma creía que a Javier ya no lo quería tanto como antes, pero se nota que estaba totalmente equivocada, muy equivocada. Aún seguía queriéndole, aunque esta vez mucho más.
Aquí todo diario; mañana seguiré.

Susanita ¡Oinch! ¡Javier!

Susana.